Son las nueve y media de la noche y un Wizink abarrotado ya está en plena ebullición. Alejandro Sanz lo dejó todo anoche en Madrid con su ‘Alejandro Sanz en vivo 2023’. Tres minutos más tarde de la hora de inicio prevista, se apagaron las luces y la expectación da paso a la euforia y la adrenalina.
Enseguida se proyecta en las cuatro pantallas gigantes que rodean el escenario un vídeo del cantante que ya marca el ritmo del show que está a punto de venir: íntimo, personal y sincero.
«Soy el hijo de María y de Jesús, el de Alcalá y el de Algeciras. Siempre fui introvertido, tenía miedo, estaba ido. No tuve muchos amigos(…). Jugaba en el barrio por no resultar raro. Jugaba en el barrio pero no encajaba bien con los malos que encajaban en el extrarradio», poetiza Sanz durante unas imágenes que muestran planos detalle de su cuerpo desnudo: sus manos, sus tatuajes, su piel y su vulnerabilidad.
Pero rápidamente la emoción se contiene o, mejor dicho, se guarda para más tarde y vuelve la locura. Tras el vídeo, Sanz sale al escenario exultante, enfundado en un traje verde y con gafas de sol. Es entonces cuando llega la primera fiesta con ‘No es lo mismo’, que el público baila y canta a pleno pulmón.
Tras el primer tema, el público ha asistido a un Sanz más intimista con ‘Todo lo que fui es todo lo que soy’, durante el que ha dejado ver su semblante serio tras las gafas. Al acabar, todo el Wizink ha coreado su nombre: «Alejandro, Alejandro». Pero de nuevo ha llegado la alegría con ‘Deja que te bese’, que ha desatado la primera ovación del público, tras hacer especial incisión en el verso «deja que te cuide».
El artista repite actuación este viernes en Madrid.