Hombres G lo ha vuelto a hacer. Parece que cuarenta años no son nada, que el tiempo no ha pasado ni para ellos, ni para la generación que les vio nacer, crecer y hoy, junto a los nuevos seguidores, hacen legión.
Los cuatro “mamones” demostraron en el Marenostrum de Fuengirola que no hace falta ser de otro planeta, ni traer un fastuoso escenario para enloquecer a la gente. Como siempre, sencillos.
Y así fue una noche mágica que comenzó con un repaso por los temas más antiguos de sus primeros discos, desde el inicio con Venezia, en un escenario recogido, de pequeña sala, y que dio paso con la inolvidable intro de Hoy es viernes al recorrido esta vez por el gran escenario. Sencillo, pero bonito, que diría Hugh Grant.
Unas tres horas de concierto que dejaron muy claro que quedan “mamones” suficientes para seguir disfrutando muchos años y que Dios les dé mucha salud para seguir que la música de Hombres G nunca muera.