LA CRÓNICA DE JUAN LUIS ADRADA
Y llegó la tarde que Algeciras necesitaba, y yo también. Nos olvidamos del torismo y nos volcamos con la emoción que se vivió en Las Palomas. La expectación hoy se quedó corta para el cúmulo de sentimientos que arrasó la plaza. Lo contaré, como viene siendo habitual, toro a toro … Tengan paciencia… Lleguen al cuarto… Parafraseando a Seguridad Social…»que las palabras se quedan cortas, para decir todo lo que siento…» Pues lo que sentimos todos los que allí nos dimos cita. Ni que decir de la gran tarde que han brindado los toros de Victorino Martín.
Arrancó la tarde con gran sabor, Antonio Ferrera hizo todo a favor de Portezolano desde el inicio, le cambio los terrenos con el capote para sacarlo a los medios, lo dejó larguísimo al caballo, lucieron en banderillas Ángel Otero y Alberto Carrero y ya con la muleta, Antonio lo fue desengañando alargándole el recorrido. El toro humillaba y, a pesar de no tener excesiva fuerza y reponer al final, seguía con clase los vuelos de la muleta que le ofrecía el torero. Muy agusto, toreó al natural por ambos pitones. Dejó una estocada algo desprendida y cortó la primera oreja de la tarde. El toro, de preciosa estampa, fue ovacionado.
Con las manos por delante embistió al capote de Manuel Escribano el segundo, de nombre Bocacho, al que acudió con cierta violencia que Manuel supo domeñar. Cubrió el tercio de banderillas con relativa facilidad incluso dando ventajas al toro. Volvió a demostrar Manuel el dulce momento en que está, toreó con exquisitez por ambos pitones poniendo los ingredientes técnicos que pedía el toro, distancias cortitas, manos bajas, series sin alargar y sobre todo muchísima suavidad. Hubo muletazos al ralentí. Sacó buena condición el toro a excepción de la falta de entrega, que no fue óbice para que Manuel obrara con gran lucidez. Estoqueó arriba, trasero si me apuran. Tardó en echarse el toro, sonó un aviso, hubo petición de oreja aparentemente mayoritaria que no atendió el presidente y todo quedó en ovación.
Debutaba Miguel Ángel Pacheco en Algeciras y también lo hacía con los toros de Victorino. Logró pasajes con hondura y calado en los tendidos ante un toro que exigía muchísima firmeza, taparlo muy bien y llevarlo largo. De haber sido así la faena habría cogido otro aire más triunfal. El toro localizó las zapatillas del torero e iba reponiendo su viaje buscando al propietario de las manoletinas y eso fue en detrimento de la faena. Muy certero con la espada obtuvo un trofeo como premio a su labor. Cabe destacar los buenos pares de banderillas que colocaron Daniel Duarte y Fco. Javier Sánchez.
Dicen que tras el descanso es un volver a empezar… Que se lo cuenten a Ferrera y a Veronés, de 535 Kgs y nacido en febrero de 2018. Que por qué les doy estos datos de golpe… Porque sobre Las Palomas hubo toreo caro, lento y embestidas más al ralentí, que enseñaban a torear. Sí, acabó en indulto. Ferrera y toda la plaza se emborracharon de un toreo al ralentí con el hocico del toro rozando el albero. Para la historia quedará un natural que duró siete vidas que ni Ferrera podía creérselo. Emoción, toreo sentido y una plaza envuelta en ansias de regalar la vida a este Veronés. Todo un espectáculo necesario. Bien es cierto que en los primeros tercios no fue boyante, pero lo que ocurrió durante la faena de muleta bien lo mereció. Algo grande que solo puede regalar el toreo.
Cabe destacar el detalle de Antonio Ferrera, dentro de sus peculiares formas, saliéndose de los cánones, de subirse literalmente montera, muleta y ayuda en mano al tendido desde el callejón hasta la plataforma donde se encontraba el maestro Francisco Ruiz Miguel retransmitiendo para la radio presto y dispuesto a brindarle la faena de este cuarto toro, a la postre indultado. Y de remate, devolvió la jugada Ruiz Miguel, bajando al albero para devolver la montera a Ferrera. Cosas de toreros.
Esto no queda aquí, se calentó la caldera… Se fue Manuel Escribano a recibir a portagayola a Mindango, no quería perder la senda del triunfo. Este tuvo un son más alegre que el anterior, pero apuntó siempre hacia tablas; lo innegable fue la magnífica embestida, otro toro que arrastraba el hocico por la arena con larguísimo recorrido y con el que Manuel derrochó sus ganas y su buen hacer. Ese concepto que viene dejando, asentado, de trazo largo, tres cuartos de muleta por el albero y volcándose en los remates arrastrando la muleta por el lomo del Victorino. Se recreó la petición de indulto, que en este caso no cabía por ese dejarse ir hacia tablas que apuntábamos antes, y aunque se le atoró ligeramente la espada, acabó cortándole las dos orejas a un toro que fue premiado con la vuelta al ruedo.
El sexto no fue como sus dos anteriores hermanos, Colombiano no tenía ese recorrido, reponía muchísimo más, pero Miguel Ángel Pacheco no quería perder la oportunidad que tenía hoy en Algeciras. Firme y valiente hilvanó faena haciendo un gran esfuerzo sin cejar en su empeño. Se basó sobretodo en el pitón derecho y demostró un concepto que merece más contratos. Brindó a Carmelo en agradecimiento por esta oportunidad y acabó cortando una oreja que premia una seria actitud del torero linense.
Plaza de toros Las Palomas, Algeciras. Sábado 24 de junio de 2023. Más de un tercio de plaza.
Toros de Victorino Martín. De gran condición en mayor o menor medida. 4° indultado y 5° vuelta.
Antonio Ferrera, de grana y oro con remates negros. Oreja y dos orejas y rabo simbólicos.
Manuel Escribano, de gris plomo y oro. Ovación y dos orejas.
Miguel Ángel Pacheco, de blanco y plata. Oreja y oreja.
Indultado el cuarto de nombre Veronés, de 535 Kgs y nacido en febrero de 2018. El quinto, Mindango, premiado con la vuelta al ruedo.