Roca Rey, a hombros, contra un mal encierro de Torrealta

El torero peruano abre la Puerta Grande de Las Palomas con dos orejas
Roca Rey posa con sus dos orejas. / FOTO: Carmelo García

La crónica de Juan Luis Adrada

A Salvador Vega no se le nota la inactividad, fino, en forma y buen saber hacer, lidió con un primero de muy justito fuelle al que administró un toreo suave y cadencioso a media altura y sin tirarle hacia atrás en exceso para evitar que perdiera las manos. No tuvo mala condición este Ropasucia pero la limitación de fuerzas fue la clave. Hizo Salvador la suerte de matar por derecho e igual de templado y cortó una oreja.

Algarrobito, segundo de la tarde, se partió una mano cuando Roca Rey intentaba lucir en un quite y en su lugar salió Pitillero, cuya lidia estaba prevista en quinto lugar. No estuvo sobrado de fuerzas, pero tuvo ritmo que Andrés supo exprimir. Sobrado de sitio dio tiempo al toro, alargó muletazos cuanto le daba la cintura y acabó dejándose tocar los muslos con los pitones repetidas ocasiones ante la noble actitud del toro. Un la gran estocada fue la firma y dos orejas que fueron a parar a sus manos.

Se percibían ganas de ver ese pellizco sevillano de Pablo Aguado ante el reservón tercero que además, a pesar de no tener mala embestida, se fue apagando como una vela. Hubo momentos de belleza sobre todo estética por parte del diestro cuando toreaba al natural. No encontró ligazón y lo que sí que encontramos fue una palpable falta de emoción, a excepción de esos pellizcos por naturales obra de Aguado. El público generoso pidió una oreja que no fue atendida por la presidencia. El torero escuchó una fuerte ovación.

El cuarto, por no hacer no hizo ni honores a su nombre, Bondadoso, a pesar del halo de luz que pareció mostrar cuando Salvador Vega lo recibía a pies juntos con el capote, todo quedó en un espejismo. Puso empeño el torero por intentar sacar algo aunque fuera uno a uno. Escuchó palmas y la celebración del XX aniversario quedó deslucida por el juego de los toros.

Muy difícil resultó estar delante del quinto, que fue el primer sobrero, Baturro, tras correr turno en su primero. El toro esperaba en actitud defensiva y cuando arrancaba lo hacía con violencia y colándose. No tuvo opción Roca que mostraba con ostensibles gestos su descontento. Lo más destacado fuer el tercio de banderillas trs el que saludaron Viruta y Paco Algaba, como también hiciera Antonio Chacón en el segundo. Hubo palmas para el peruano.

Tampoco Extribero consiguió levantar la tarde en el último capítulo. En medio de la desilusión, Aguado puso todo de su parte haciendo un enorme esfuerzo por sacar muletazos del desrazado sexto. Cuanto pudo, voluntad, y más torero que toro. Si llega a caer pronto el toro posiblemente se habría ido con una oreja.

En resumen, la de Torrealta no consigue cambiar el signo ganadero de Las Palomas, que vuelve a quedarse bajo mínimos de cara al aficionado en lo que al toro se refiere. Esperaremos a la concurso de mañana y a que no decaiga el buen ambiente que esta feria tenemos. Hay ganas de emocionarse, de cumplir sueños en el albero y de reventar a olés… Ojalá así sea.

Plaza de toros Las Palomas, Algeciras.

Jueves 22 de junio de 2023. Más de media plaza.

Se lidian toros de Torrealta, 2°bis. Bajitos y con la presentación justa. De escaso juego.

Salvador Vega, de blanco roto y plata con remates negros. Oreja y palmas.

Roca Rey, de sangre de toro y oro. Dos orejas y ovación.

Pablo Aguado, de. Ovación y ovación.

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