La plataforma ciudadana Salvemos Rinconcillo se pregunta qué gestiones está haciendo la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras para conseguir los diques que garanticen el futuro de la playa y el paraje Marismas del Palmones.
¿Qué fuerza tiene la Autoridad Portuaria del primer puerto de España ante Costas y el Ministerio de Transición Ecológica para que publique de una vez por todas en BOE los diques que arreglen el daño que ella misma reconoce haber provocado a la playa de El Rinconcillo y todo un paraje natural incluido en la Red Natura 2000? ¿De qué sirve el liderazgo a la ciudadanía si esta pierde una de las dos playas que le quedan a Algeciras? Salvemos Rinconcillo no entiende el silencio de Gerardo Landaluce ante Costas.
El presidente de la APBA parece adaptado a la simple espera: echar arena anualmente y que los temporales se la lleven cada invierno no es la solución, es pan para hoy y hambre para mañana. Gerardo Landaluce debe moverse más. No podemos entender que el primer puerto de España tenga que aguardar como un ciudadano más a que las cosas salgan en BOE sin tratar de hacer gestiones, reclamar y trabajar con más intensidad para consolidar esa «cara verde» portuaria que se quiere vender pero que no vemos. El paraje natural protegido se está perdiendo como el resto de la playa por el alargamiento de un rompeolas y aquí seguimos viéndolas venir.
Salvemos Rinconcillo reclama que la APBA comience pronto los trámites para que no se repita un hecho que dejó mucho que desear: el movimiento de la arena, en este 2022, desde el Acceso Norte hasta el resto de la playa nada menos que en la segunda quincena de agosto. Eso y lograr avances en los diques entendemos que tendrían que ser sus prioridades para mostrar su cara ecologista y tratar de reconciliarse con todos los algecireños que ven impotentes cómo su playa desaparece. La promesa de Landaluce fue tener los diques instalados en 2023.