Durante el ejercicio, Acerinox facturó 8.688 millones de euros, un 30% más que en 2021, tras aprovechar la buena situación de la demanda. Además, el control de costes y la mejora de la eficiencia durante los últimos años permitió optimizar márgenes en un entorno volátil.
Los resultados de 2022 del Grupo fueron “los mejores desde su fundación en 1970 y reflejan el acierto en la estrategia desarrollada y el buen trabajo realizado en los últimos años”, tal y como explicó Bernardo Velázquez, Consejero Delegado de Acerinox.
El Grupo presentó las mejores cuentas en 52 años en un entorno complejo, de incertidumbre geopolítica y con altos costes energéticos, sobre todo en España.
Su principal mercado, Estados Unidos, siguió teniendo un comportamiento positivo, las aleaciones de alto rendimiento mantuvieron su fortaleza y el EBITDA del primer trimestre de 2023 será claramente mejor que el del último de 2022.
El Grupo destinó 336 millones a retribuir a sus accionistas mediante recompra de acciones y dividendo. Esta combinación permitió alcanzar un EBITDA de 1.276 millones de euros en un entorno complicado dada la inestabilidad generada por la situación geopolítica provocada por la invasión de Ucrania, la inflación de costes (especialmente el precio de la energía en España), los problemas en la cadena de suministro y el colapso sufrido en marzo en la cotización del níquel en la Bolsa de Metales de Londres (LME).
El Grupo pudo afrontar mejor dichos retos porque, según apunta Bernardo Velázquez, “Acerinox está hoy más preparada para aprovechar mejor este entorno gracias al trabajo de años anteriores en la mejora de procesos y gracias a la integración de la división de aleaciones de alto rendimiento, que han provocado una transformación basada en la eficiencia y enfocada a la competitividad, a la vez que ofrece la más
amplia gama de materiales del sector”.
El resultado después de impuestos y minoritarios fue de 556 millones de euros (572 millones en el mismo periodo de 2021), después de un deterioro de activos de Bahru Stainless por importe de 204 millones de euros.
Por su parte, la deuda financiera neta fue de 440 millones de euros, reduciéndose en 138 millones con respecto a 31 de diciembre de 2021. El ratio DFN/EBITDA es 0,35 veces.