En la mañana de hoy se celebraba una asamblea de la plantilla de la empresa Aqualia en Algeciras, parte privada del servicio de aguas de esta ciudad, en el transcurso de la cual se abordaba la propuesta de texto de convenio colectivo presentada por la dirección de esta mercantil.
En el transcurso de la misma se acordaba por unanimidad rechazar el texto presentado por cuanto no refleja los puntos del preacuerdo alcanzado en la reunión celebrada el pasado día 20 de diciembre y no respeta los elementos centrales acordados con el comité de empresa y con las centrales sindicales, CCOO y UGT.
“La empresa se ha echado atrás del preacuerdo alcanzado y de manera torticera y unilateral pretende modificar aspectos sustanciales del mismo. Parece que la empresa desprecia la buena fe exigible en cualquier proceso negociador, pretende instalarse en el conflicto permanente y para ello ejercita provocaciones a la plantilla y a sus representantes sindicales”, afirmaba el responsable comarcal de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, Miguel Alberto Díaz, presente en la asamblea junto con responsables de UGT.
En este sentido, el comité de empresa y los sindicatos UGT y CCOO han hecho un llamamiento a los responsables políticos municipales, conocedores del preacuerdo alcanzado en diciembre, para que se impliquen en la negociación, posibiliten un acuerdo que ponga fin a este conflicto laboral y hagan posible el cumplimiento del preacuerdo alcanzado. A la vez que anunciaban que no descartan el inicio de movilizaciones.
Entre los asuntos preacordados que la empresa pretende escamotear los representantes de la plantilla destacan la revisión de las tablas salariales, las clausulas de empleo para evitar la proliferación de la precarización del empleo mediante subcontratación o el hecho incomprensible, a criterio sindical, de que la dirección de Aqualia se niegue a suscribir el acuerdo ante el SERCLA y posibilitar de esta manera su inscripción en el registro público.
“Nos encontramos ante una provocación que toda regla y ante un incumplimiento de la palabra dada, que pone de manifiesto un modelo de relaciones laborales inaceptable y que aboca al conflicto de no mediar una intervención municipal” concluía Miguel Alberto Díaz.