El sindicato Acaip-UGT ha presentado una queja ante la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que los trabajadores del centro Penitenciario de Botafuegos no utilicen los medios electrónicos adecuados o éstos estén obsoletos o fuera servicio, para detectar la introducción en la cárcel algecireña de elementos prohibidos como los teléfonos móviles.
Para que se hagan una idea, a pesar de que el preso tiene derecho a un máximo de 10 llamadas de teléfono de un máximo de 5 minutos cada una e incluso se les ha habilitado una cabina para hacer videollamadas con objeto de poder ver a familiares que no pueden acudir a la prisión debido a enfermedades o lejanía del establecimiento, en la Prisión Algecireña cada 2 0 3 dias se incauta un teléfono móvil.
Acaip-UGT se queja de la falta de personal para hacer registros más estrictos y exhaustivos, para intervenir los objetos prohibidos, entre ellos los miniteléfonos. El sindicato denuncia que los aparatos inhibidores de frecuencia de teléfonos 2G o 3G, no se han preocupado de mantenerlos, por lo que actualmente unos están operativos y otros fuera de servicio por avería y desde que hay 4G y el 5G da igual que el inhibidor esté operativo o no, porque no tene la capacidad de inhibir a los nuevos terminales.
Desde hace años, se ha luchado por parte de los funcionarios de prisiones para evitar la entrada y tenencia de móviles, pero el riesgo es pequeño porque el introducir un teléfono no comporta para quien lo hace, ninguna consecuencia y si fuere el interno es una falta grave que se sanciona con privación de paseos entre 3 y 30 dias. A nivel judicial y penal, no tiene ningún tipo de consecuencia.