El Consejo de Ministros, en su reunión de hoy, ha autorizado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) a licitar, a través de Adif, el contrato para la segunda fase de las obras de renovación del tramo San Pablo-Almoraima, en la línea de ancho convencional Bobadilla-Algeciras.
Esta nueva fase del proyecto de renovación de vía abarca unos 26 km de longitud, cuenta con un valor estimado de 13.484.329,78 euros (IVA no incluido), y un plazo de ejecución de 10 meses.
En esta fase 2 están previstas las siguientes obras y actuaciones necesarias para completar la renovación de la vía proyectada en la fase 1:
– La remodelación de la configuración de vías y andenes de la estación de Jimena de la Frontera, con la ejecución de un paso inferior entre andenes.
– La ejecución de los nuevos pasos superiores que se requieren como resultado del estudio de gálibos (pasos superiores de los pp.kk. 130/200 y 135/400) y la reposición correspondiente de la red viaria.
– La reparación de las cuatro estructuras siguientes:
Puente sobre el Arroyo del Fresco (p.k. 130/390); Viaducto sobre el río Hozgarganta (p.k. 135/756); Puente sobre la Barcilla (p.k. 142/990); Puente sobre afluente del río Hozgarganta (p.k. 147/315).
También se realizará el estudio de ruidos en todo el tramo San Pablo-Almoraima, para dar respuesta a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Esta actuación contribuye a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura), en especial a sus metas 9.1 (desarrollar infraestructuras fiables) y 9.4 (modernizar la infraestructura).
Línea Bobadilla-Algeciras
La línea de ancho convencional Bobadilla-Algeciras, de 176,2 km, forma parte de los corredores Atlántico y Mediterráneo definidos en la Red Transeuropea de Transporte.
Las actuaciones en marcha, con unas inversiones previstas a corto plazo por valor aproximado de 350 millones de euros, tienen por objeto la mejora y renovación integral de la plataforma y superestructura existentes.
Este plan de inversiones tiene los siguientes objetivos: Mayor capacidad y fiabilidad de la infraestructura, que podría llegar a duplicar las circulaciones actuales; reducción de los tiempos de viaje; posibilidad de circulación durante las 24 horas; incremento en la longitud de las composiciones de mercancías hasta los 750 m; mayor competitividad para los operadores y mayor captación de tráfico ferroviario del puerto de la Bahía de Algeciras, con el consiguiente traspaso modal y una reducción de la congestión de las carreteras.