En lo que va del año 2023 se ha registrado un preocupante incremento en la incautación de teléfonos móviles en las prisiones españolas. La cifra alcanza los 2.733 terminales a nivel nacional, siendo 138 de ellos decomisados en la prisión de Botafuegos, en Algeciras. Estas cifras representan un aumento del 21% con respecto a las incautaciones realizadas el año anterior, marcando así el registro más alto desde la aparición de estos dispositivos en los centros penitenciarios.
El sindicato ACAIP-UGT ha recordado, a través de su portavoz, José Luis Alcaraz, que esta tendencia supone un riesgo significativo para la seguridad.
Los trabajadores penitenciarios dedican grandes esfuerzos a la confiscación de teléfonos móviles ya que se camuflan fácilmente debido a su tamaño reducido y al hecho de que sus componentes son principalmente de plástico, lo que les permite pasar desapercibidos por los detectores de metales.
ACAIP-UGT insiste en la necesidad de que los inhibidores de señal funcionen correctamente y estén actualizados en cuanto a las nuevas tecnologías, algo que no viene sucediendo según el sindicato en la prisión algecireña.