La delegada territorial de Salud y Familias, Isabel Paredes, ha mostrado hoy su condena y repulsa a los últimos episodios de violencia contra personal sanitario de el centro de salud El Saladillo, en Algeciras al tiempo que ha trasladado todo su apoyo a estos trabajadores.
Paredes ha asegurado que la Consejería de Salud y Familias “tiene tolerancia cero ante las agresiones a sus profesionales, sean cual sean su naturaleza, física o verbal” y ha recordado que, además, “están tipificadas como delito”.
En este sentido, ha informado de que hace un mes, una persona que profirió amenazas a un celador del centro de salud de Chipiona ‘Tolosa Latour’ ha sido condenado a una multa por un juzgado sanluqueño.
“El mínimo episodio de violencia es suficiente para que salten nuestras alarmas y no cejemos en el empeño de acabar con esta lacra que afecta a nuestros profesionales”, ha afirmado la delegada, quien ha puesto en valor el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los profesionales del sistema sanitario público andaluz, en vigor desde el pasado año, cuyo objetivo último es reducir las agresiones y minimizar sus consecuencias.
En virtud de este plan, los servicios jurídicos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que asisten a todos los profesionales agredidos, solicitan la reparación económica integral por la agresión sufrida por el profesional. Igualmente, en los casos que proceda, se solicita la medida de alejamiento del agresor.
Además, se realiza una valoración exhaustiva de los daños causados en los centros sanitarios y de los gastos derivados de la posible baja laboral del profesional afectado y de su sustitución por otro trabajador.