Yassine Kanjaa, el autor del ataque perpetrado el pasado 25 de enero en Algeciras, se ha sometido a un segundo examen psiquiátrico por parte de peritos designados por su defensa con el objetivo de probar que no fue un acto terrorista, sino un delito común, cuestión que sus abogados han planteado ya a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional (AN) para que envíe la causa a los juzgados locales.
Según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, los psiquiatras propuestos por la defensa se entrevistaron el jueves con Kanjaa para llevar a cabo esta segunda revisión médica. La primera, efectuada por los expertos forenses de la Audiencia Nacional, determinó en un informe preliminar que el presunto yihadista presenta un trastorno delirante.
Desde el inicio de las pesquisas, la defensa –ahora a cargo de despacho García Peña & Andújar– ha alegado que la investigación debía abordarse desde el punto de vista de los problemas psiquiátricos de Kanjaa.
A su juicio, ese trastorno delirante no solo podría considerarse una circunstancia eximente –que le liberaría de responsabilidad penal–, sino que indicaría que no cometió el ataque con la intención de llevar a cabo un acto terrorista, por lo que no encajaría en ese tipo delictivo.
Conforme a este razonamiento, los abogados de Kanjaa señalan en sus escritos que, si no se trata de presuntos delitos de terrorismo, la Audiencia Nacional no es el tribunal competente para instruir el caso, apuntando como tal a los juzgados de Algeciras.
La defensa ya ha presentado esta tesis varias veces al juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea, si bien el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6 la ha desechado al apreciar que el ataque de Kanjaa tuvo fines terroristas.
Tras la última negativa del instructor a derivar la causa a Algeciras, la defensa ha presentado un recurso de apelación ante la Sala de lo Penal para que sea esta instancia quien resuelva.