Más de una decena de testigos, entre ellos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, feligreses de la parroquia de San Isidro, donde se produjo el primero de los ataques del pasado 25 de enero en Algeciras, además de una de las catequistas de la Iglesia de La Palma, la camarera de un bar próximo a la plaza Alta y el Vicario Parroquial de la iglesia mayor de ciudad, Rubén Vargas; han prestado declaración por videoconferencia ante el juez de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea.
En la mayoría de los casos, el Magistrado ha preguntado a los testigos si se ratifican en la declaración efectuada ante la Policía en la noche de los atentados. El sacerdote, Rubén Vargas, asegura que ha sido un momento muy duro.
Precisamente, la defensa de Yassine Kanjaa, el único detenido por los atentados del 25 de enero, trata de que su defendido sea juzgado por un delito de asesinato y otro de daños, evitando que se le pueda considerar autor de un delito de terrorismo.